En el término municipal de Alzira y en la Serra Corbera, el Valle de la Murta está enclavado entre la Serra del Cavall y la Serra de la Murta.
En el siglo XIV, el Señor de Alzira -Arnau Serra- y previa autorización del rey Pedro “El Ceremonioso”, donó parte de las tierras del valle a una decena de ermitaños que vivían esparcidos por todos sus dominios, a condición de que crearan una comunidad religiosa. El Papa Gregorio XI,les concedió licencia para fundar el monasterio – Sta. María de la Murta- construyéndolo entre los siglos XIV y XV.
Entre sus moradores más ilustres, se encuentran San Vicente Ferrer y el rey Felipe II.
A mediados del siglo XIX fue abandonado convirtiéndose poco a poco en unas lamentables ruinas.
Para las personas que les guste el senderismo, el Valle de la Murta, está repleto de sendas señalizadas que te llevan de una sierra a otra con relativa facilidad, a sus fuentes o a las cimas de su sierra – no demasiado altas – desde las que se aprecia toda la cadena montañosa hacia el Oeste o toda la zona de La Ribera si se mira hacia el Este, perdiéndose la vista en el horizonte Mediterráneo.
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